Lo que importa son los hijos
En contra de lo que muchos creen, los juzgados gallegos ya no están a la cola del resto de las comunidades autónomas a la hora de conceder custodias compartidas. El Tribunal Supremo considera que esta, hasta hace poco controvertida figura, es sumamente recomendable para el bienestar de los menores, y quien esto escribe lo considera un avance muy importante para la ciudadanía que se encuentra afectada por una situación de ruptura de pareja.
Y sobre todo para esos hijos que, hasta como quien dice
anteayer, solo podían visitar (término carcelario donde los haya) a sus
papás un fin de semana cada quince días. Esto último resultaba
descorazonador para el progenitor no custodio, y solía motivar un
distanciamiento en la relación paterno-filial. Con la custodia
compartida se pone fin a décadas de agravio hacia uno de los padres, y
la experiencia me dice que esos menores crecen más felices si pueden
pasar el cincuenta por ciento del tiempo con cada uno de sus seres más
queridos.
No pasemos por alto algo digno de resaltar en pleno siglo
XXI, que no es otra cosa que que los progenitores se divorcian entre
ellos, pero no de esos hijos que, en la inmensa mayoría de los casos, es
lo que más les importa de sus vidas. Evidentemente tienen que darse
unas circunstancias para que la custodia compartida sea viable. La más
importante es que ambos padres vivan en la misma localidad, o en lugares
muy próximos. Los jueces empiezan a concederlas igualmente aunque los
padres no se lleven todo lo bien que debieran. Si eso ocurre, que
aprendan a congeniar, pues lo más importante en derecho de familias es
el interés del menor y, salvo casos puntuales, eso pasa por que este
pueda disfrutar por igual de su padre y de su madre.
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