jueves, 13 de diciembre de 2018

La Voz de Galicia

Cada día se rompen más de tres matrimonios en Vigo y su área

Crece el número de parejas que se disuelven de forma amistosa para ahorrar gastos

Cada día tiene lugar una media de 3,6 rupturas matrimoniales en Vigo y los municipios de su área. Así lo refleja el último informe de la sección de Estadística del Consejo General del Poder Judicial, hecho público ayer. Entre julio y septiembre fueron 319 las registradas, 82 menos que en el trimestre anterior, cuando se produjeron 391, la cifra más elevada. Esta tendencia rompe con la creencia de que es en la época estival cuando más parejas hacen aguas como consecuencia de una mayor convivencia durante las vacaciones. En este caso, el pico alto se corresponde con la primavera.
En el partido judicial de Vigo, del 1 de enero al 30 de septiembre de este año fueron 571 las parejas que deshicieron su vínculo. Le sigue el partido de Ponteareas, con 123 también en los nueve primeros meses del año. En el de Cangas lo hicieron 97 y en O Porriño, 75. La cifra más baja la ostentan el partido judicial de Redondela, con solo 59 rupturas, y el de Tui con 63.
La mayoría de las parejas recurren directamente al divorcio al poder hacerlo de forma automática y son muy pocas las que se limitan a la separación, mientras que los casos de nulidad son casi testimoniales.
Buena muestra de que los procesos de separación y divorcio se producen cada vez más de forma civilizada es que, por ejemplo, en Vigo dominan las rupturas consensuadas (315) frente a las conflictivas (231). La mayoría de las veces lo justifican por la necesidad de ahorrar los gastos en abogados y de terminar el proceso cuanto antes. En Ponteareas, Tui y Redondela dominan igualmente las soluciones pactadas, mientras que en O Porriño ambas formas están equilibradas. El partido judicial de Cangas es el único del área metropolitana en el que las rupturas no consensuadas superan a las solucionadas de forma amistosa.
Las demandas de separaciones y divorcios presentadas en los juzgados del área de Vigo en el último trimestre suponen el 24,2 % del total de Galicia, que suman 1.315. En este tercer trimestre la comunidad autónoma experimentó un aumento del 11,2 % frente al descenso del 2,4 % a nivel estatal. También se produjo un incremento en los procedimientos de guardia, custodia y alimentos de los hijos menores no matrimoniales.
En lo que se refiere a las demandas de ruptura con relación a los habitantes, en Galicia se presentan 4,9 solicitudes por cada diez mil habitantes, lo que la sitúa algo por encima de la media estatal y en el quinto puesto por comunidades autónomas tras Valencia, Andalucía, Canarias, y Baleares. Por el contrario, las cifras más bajas de divorcios y separaciones se registran en el País Vasco, Castilla y León, Aragón y La Rioja.

«Se dan más casos de parejas que dejan de convivir pero siguen casadas»

La abogada Josefina Barros suele llevar pleitos de familia y ha descubierto una nueva tendencia en Vigo: los separados que no se quieren divorciar para ahorrarse el engorro de ir al juzgado. «Yo no veo que el número de divorcios haya aumentado pero eso no quiere decir que no existan más rupturas. Veo que se están dando casos de matrimonios que dejan de convivir pero siguen casados», afirma.
Barros indica que para estos nuevos matrimonios separados, «el régimen es el mismo que cuando convivían pero lo único que hacen es residir en distintos domicilios pero siguen casados igual». Aclara que «nada les impide divorciarse, simplemente no quieren pasar por el trámite».
«No se les puede llamar divorciados perezosos, solo ocurre que no quieren regular legalmente su situación. Dejan de convivir, regular su situación legalmente y no tienen que comunicárselo a nadie», comenta. Cree que este tipo de divorcios fantasma no ocurrían tanto antes.
Dado que durante la crisis del 2008 hubo menos divorcios, la abogada responde que «teóricamente ya no estamos en crisis pero los salarios son muy bajos y esto sigue influyendo en que la gente no se divorcie». Descarta que en la bajada de divorcios haya que tener en cuenta el parón judicial de la pasada primavera. «La gente de la calle si no tenía temas en el juzgado ni percibió el tema de la huelga», concluye.