«Hay países que dan formación para saber ejercer el rol de padre o madre separado»
Progenitores reclaman una ley gallega que incluya medidas de mediación para evitar conflictos
Aunque el Congreso ha dado el paso para regular la custodia compartida, en Galicia, la Asociación Gallega de Padres y Madres Separados continúa reivindicando que la comunidad tenga su propia ley.
La semana pasada la Xunta Electoral contabilizó un total de 14.468
firmas válidas para poder continuar con la Iniciativa Legislativa
popular que presentaron en el Parlamento hace unos meses. Entre los
asuntos que reclama el colectivo a la administración destaca la
articulación de medidas solventes de mediación para evitar que los casos de ruptura acaben en un proceso contencioso en el juzgado.
¿Qué tipo de medidas serían las más adecuadas en estos casos?
Los expertos coinciden en que la mediación familiar, sobre
todo la extrajudicial, es en líneas generales el método más adecuado
para gestionar un proceso de ruptura de pareja. Y sobre todo cuando los
descendientes aún no han cumplido los 18 y tienen que tener la mayor
estabilidad que puedan para salir con buen pie del proceso. De todas
formas, la catedrática de Psicología Básica y Psicología Jurídica del
Menor, Francisca Fariña, apunta que «la mediación familiar es
imprescindible, pero no suficiente». Y recuerda como en muchos países,
sobre todo de América del Norte, «los progenitores deben de realizar
formación específica para enfrentarse con éxito al rol de padres y
madres separados o divorciados».
¿Hay algún programa de esas características en Galicia?
La USC en colaboración con la institución académica de Vigo (UVigo) desarrolla desde hace más de una década el programa Ruptura de Pareja, no de Familia
que trabaja en ese terreno. Puesto en marcha en el 2002, lleva
implementándose en la comunidad con apoyo institucional desde el 2004
hasta el 2015. En la actualidad, tras perder la colaboración económica
que tenía del concello de Santiago, trabaja con voluntarios. Los
responsables del programa han notado a lo largo de los últimos
ejercicios que cada vez son más las familias que demandan su apoyo. El
proyecto está orientado a hogares con hijos menores, que están inmersos
en un proceso de ruptura de pareja. Para cubrir todas sus demandas
dispone de diferentes modalidades. También se lleva a cabo un proyecto
de mediación extrajudicial gratuito.
¿Los procesos contenciosos aumentan por el alza de demandas de custodia compartida?
Los expertos en familia recuerdan que la custodia es una
obligación y, por tanto, una responsabilidad compartida por ambos
progenitores. «Si hubiese una jurisdicción de familia, tal y como vienen
pidiendo desde hace años la Asociación de Abogados de Familia, y los
profesionales que están implicados en estos casos tuviesen formación
especializada, muy posiblemente los recursos contenciosos por la
custodia tendrían lugar en menor grado», alega Fariña.
¿Cuál es la formación que ha de tener el personal legal que trabaje en casos de familia?
El debate está abierto en Estados Unidos, aunque ese eco no
ha llegado todavía a España. De abrirse, añade esta catedrática,
«tendría que extenderse a otros profesionales como psicólogos jurídicos,
forenses o trabajadores sociales».
¿Cómo debería coordinarse la custodia compartida entre padres?
Cada progenitor, independientemente de que viva o no en
pareja, debe de centrarse en sus hijos para cubrir todas sus
necesidades. En ese caso Fariña apunta que es fundamental que quede
cubierto todo el plano afectivo para que el menor pueda crecer de un
modo saludable.
¿Qué debe de tener en cuenta una pareja cuando decide romper y tiene hijos?
Tanto la legislación como los expertos coinciden en que lo
primero en que hay que pensar es en el bienestar de los hijos porque es
lo que prima. Ese estado está directamente relacionado con «la ausencia
de conflicto tóxico y la presencia de coparentalidad positiva. Quienes
se separan deben saber que el conflicto entre ellos enferma a sus hijos,
especialmente aquel relacionado con ellos y mantenido en el tiempo»,
recuerda la profesora. También es importante que los profesionales
implicados conozcan los resultados que la ciencia nos está aportando. La
razón es que es la fórmula para crear conciencia. La mala gestión de la
ruptura de pareja puede afectar a la salud física y psicológica de
progenitores e hijos.
Los niños han de pasar tiempo con los dos
La custodia compartida no es un reparto del tiempo de estar
con el niño al 50 %. De hecho, la profesora y psicóloga Dolores Seijo es
partidaria de que, mientras no resulte perjudicial para el menor, este
ha de pasar el mayor tiempo que pueda con ambos padres.
Es verdad que para poder hacer eso -cada progenitor debería
pasar entre un 33 y 50 % con el pequeño- han de darse la circunstancias
adecuadas. Por ejemplo, los padres han de vivir en la misma ciudad o, al
menos, tener unos horarios capaces de compatibilizar la vida en el
trabajo con el nuevo horario en el hogar.
Más allá de eso, los expertos hablan de custodia legal
compartida cuando es uno de los padres el que vive con sus niños, pero
no por eso tiene que obviar lo que opina la otra parte de la que fue una
pareja a la hora de hacer cualquier cosa que afecte a los hijos de
ambos.
En esos casos no queda garantizado que ambos puedan ver con regularidad a sus descendientes.
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