jueves, 27 de noviembre de 2014

ABC

Los divorcios aumentan el fracaso escolar y el consumo de alcohol en los hijos afectados

El 32% de los hijos de divorciados británicos fueron utilizados en las disputas de sus padres

La experiencia, la mera observación y el sentido común dan por descontado que los niños son casi siempre víctimas en el campo de batalla de un divorcio. Ahora un estudio británico, una encuesta entre 500 hijos de 14 a 22 años que vivieron una ruptura en su hogar, lo certifica con datos preocupantes y concluyentes. El 19% empeoraron su rendimiento escolar y el 15% se vieron obligados a cambiar de colegio, rompiendo con su entorno amical. Los niños fueron también utilizados masivamente como ariete de los cónyuges para arremeter el uno contra el otro en sus disputas; el 32% se sintieron utilizados como mensajeros en las peleas de sus padres y presionados contra la otra parte. Los desórdenes alimentarios también aumentan entre los hijos de divorciados.
El estudio ha sido sufragado por Resolution, la asociación que agrupa a los 6.500 abogados de familia de Inglaterra y Gales, y sus autores concluyen que «los niños no pueden funcionar bien si su vida emocional es un caos». El estrés que provocan los divorcios empuja incluso al 14% al alcohol y un 13% llegan a coquetear con las drogas. El 65% que vivieron el trauma en su infancia reconocen que les dificultó obtener el graduado escolar.
Molly Baker, una niña de 16 años de Sheffield, que tenía siete cuando sus padres se separaron, recuerda cómo cambió su vida en una situación de custodia compartida: «Tener que vivir entre dos casas durante la semana significaba muchísimo estrés, tenía quellevar mis libros y los deberes de un lado a otro, y prepararlo todo dos días antes. El divorcio también afectó a mi educación. El propio procedimiento me hizo perder clases y atención. Por fortuna, según me hice mayor me resultó más fácil. Recibí ayuda y en secundaria he conseguido centrarme».
Emma Austin, especialista de apoyo en el hogar de la escuela Frederick Bremer de Londres, explica que «cualquiera que trabaje con los niños cada día y sea testigo de las implicaciones familiares de una ruptura sabe que los efectos son devastadores para los hijos, incluida la vida escolar».

En Reino Unido, cada año cien mil niños de menos de 16 años sufren el divorcio de sus padres. «¿Cuántos estudios más hacen falta para que el Gobierno se tome este problema en serio?», se preguntan en Resolution.

Situación en España

En España en 2013 se firmaron 95.427 divorcios y 4.900 separaciones. Actualmente se registran dos divorcios por cada mil habitantes. La edad media de las mujeres que rompen es de 42 años y la de los hombres, de casi 45. En el 76% de los casos las mujeres reciben la custodia de los niños. Un divorcio genera una inmensa tensión. Los de mutuo acuerdo –el 75,8% del total– se resuelven en tres meses, pero los polémicos se prolongan nueve meses y medio.
Las pérdidas alcanzan también al entorno familiar. La quinta parte de los niños ingleses hijos de padres divorciados no volvieron a ver a los abuelos de una de las partes. Los especialistas británicos recomiendan que se recurra a servicios de mediación para evitar disputas ante los pequeños, fuente para ellos de estrés, angustia y a veces problemas psicológicos.


España ya es el cuarto país de la UE con más divorcios


Desde que se aprobó la «ley del divorcio exprés» las rupturas se han duplicado

En una década España se ha convertido en el cuarto país de la Unión Europea con mayor número de divorcios, tras Alemania, Reino Unido y Francia. Si hace diez años 41.621 matrimonios terminaban en ruptura, hoy esa cifra se supera con creces. En 2012, fueron 104.262 parejas las que decidieron no convivir juntas el resto de sus vidas.
Estos datos, que provienen del «Informe de evolución de la familia en Europa 2014», elaborado el Instituto de Política Familiar (IPF), serán presentados en el Parlamento Europeo el próximo mes de septiembre.
Ya no sólo se trata de que se produzcan más divorcios. Sino que además, a la luz de los datos del IPF, nuestro país no sigue las tendencias de los europeos. Mientras ellos han logrado paralizar e incluso descender los divorcios (es el caso de Reino Unico con un descenso del 19% y de Alemania con un 12%), España ha ocurrido todo lo contrario: el crecimiento ha resultado espectacular, un 150%. Lo que se traduce en 62.000 divorcios anuales más. Otros países como Polonia e Italia, donde tradicionalmente se separaban más parejas, también han registrado incrementos, pero mucho menores. Polonia sólo 16.685 divorcios más al año e Italia 11.971. De tal forma que, España ya les ha superado.

Lo que ha cambiado

El IPF señala que la explosión de divorcios se ha producido a raíz de los cambios legislativos de 2005, con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En 2004, se registraron 50.974 divorcios, una cifra que se ha duplicado ocho años después. De hecho, el IPF sostiene que la conocida «ley del divorcio exprés» mantiene grandes diferencias con las normativas de otros países: porque elimina la separación como paso previo al divorcio, basta que uno sólo de los cónyuges quiera poner fin a la convivencia y suprime las causas para disolver el matrimonio.



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