Las demandas judiciales por vía contenciosa se reducen a la mitad sobre el mismo período del pasado año
La crisis afecta a todos los órdenes económicos y también sociales.
Un barómetro preciso es la estabilidad de las parejas y el incremento
de las rupturas, que en Vigo fue in crescendo hasta 2008.
Pero ya no. Según el último estudio realizado por el Consejo
General del Poder judicial las demandas de divorcios, la mayoría, y
separaciones registradas en los juzgados de toda España durante el
primer trimestre de este año se elevaron a 30.583, lo que representa un
descenso del 7,6% con relación al mismo periodo de 2012. El dato en el
partido judicial vigués es más llamativo: la reducción alcanza en el
mismo período un 25 por ciento en cuanto a las iniciativas presentadas
ante los tribunales.
En el total de España, entre enero y marzo pasado se registraron 1.615 separaciones frente a las 1.939 del mismo periodo de 2012, esto es, un 16,7 por ciento menos. Con respecto a los divorcios consensuados, se presentaron 17.020 demandas, con una disminución interanual del 7,3%. En cuanto a los no consensuados se contabilizaron 11.948, con una reducción del 6,8%. Los divorcios totales, tanto consensuados como no consensuados, ascendieron a 28.968, mientras que en los mismos meses del pasado año fueron 31.186.
EN VIGO
En Vigo, los datos ofrecidos por el informe del Consejo General del Poder Judicial son incluso más llamativos. En 2012 hubo 300 demandas de divorcio planteadas en el primer trimestre, de ellas 184 de común acuerdo y el resto, 116, contenciosos. Un año después, han caído ambas cifras, y de forma más significativa los asuntos que se plantean sin consenso: 140 con acuerdo de las dos partes y 83 sin él, casi la mitad que el ejercicio anterior en el mismo período. ¿Casualidad? En absoluto, ya que las causas con desacuerdo exigen más trámites y finalmente resultan más caras para las partes. El propio Poder Judicial estima en su estudio que hay una causa-efecto entre la reducción de las causas y la crisis, que se ha podido constatar en los últimos cinco años, cuando la caída de la economía también se ha trasladado al plano más personal: quizá por falta de recursos parejas inestables estarían dispuestas a continuar juntas.
En el total de España, entre enero y marzo pasado se registraron 1.615 separaciones frente a las 1.939 del mismo periodo de 2012, esto es, un 16,7 por ciento menos. Con respecto a los divorcios consensuados, se presentaron 17.020 demandas, con una disminución interanual del 7,3%. En cuanto a los no consensuados se contabilizaron 11.948, con una reducción del 6,8%. Los divorcios totales, tanto consensuados como no consensuados, ascendieron a 28.968, mientras que en los mismos meses del pasado año fueron 31.186.
EN VIGO
En Vigo, los datos ofrecidos por el informe del Consejo General del Poder Judicial son incluso más llamativos. En 2012 hubo 300 demandas de divorcio planteadas en el primer trimestre, de ellas 184 de común acuerdo y el resto, 116, contenciosos. Un año después, han caído ambas cifras, y de forma más significativa los asuntos que se plantean sin consenso: 140 con acuerdo de las dos partes y 83 sin él, casi la mitad que el ejercicio anterior en el mismo período. ¿Casualidad? En absoluto, ya que las causas con desacuerdo exigen más trámites y finalmente resultan más caras para las partes. El propio Poder Judicial estima en su estudio que hay una causa-efecto entre la reducción de las causas y la crisis, que se ha podido constatar en los últimos cinco años, cuando la caída de la economía también se ha trasladado al plano más personal: quizá por falta de recursos parejas inestables estarían dispuestas a continuar juntas.
En cuanto a separaciones y nulidades, decir que desde la reforma normativa por la que se instauró el llamado 'divorcio exprés', en torno al 95 por ciento de todo el trabajo se concentra en demandas que piden la ruptura directa del matrimonio. Así en 2012 se registraron en el primer trimestre 20 separaciones y en 2013 han sido 23, una cifra similar, pero siempre muy reducida sobre el total. Nulidades no ha habido ninguna en Vigo en los dos últimos años, cuando en el pasado había hasta cinco al año, la práctica totalidad derivada de sentencias de los tribunales de la Iglesia y que tienen consecuencias civiles.